El deshielo del PSOE

Como aquí tenemos muy poca vergüenza, nos permitimos hoy hacer un análisis de las recientes elecciones europeas, y lo hacemos a toro pasado y sin asumir los riesgos del pronóstico previo. De entre todos los candidatos que concurrían a estos comicios, había uno específicamente idóneo para el papel de eurodiputado, y era don Francisco Sosa Wagner, catedrático de Derecho Administrativo en León y representante de UPyD en la Eurocámara durante la última legislatura. Este señor va con pajarita y sabe bien de lo que habla y habla bien de lo que sabe, que es mucho. Además, en su trayectoria personal hay dos hechos heroicos que lo hacen acreedor a la mayor admiración ciudadana: por un lado, en su juventud Sosa Wagner fue ayudante de don Eduardo García de Enterría, profesor eminentemente plúmbeo y autor de manuales indigeribles cuyo contacto directo con Sosa Wagner pudo ser peligrosísimo; y por otro lado, el señor Sosa Wagner, como catedrático, tuvo la mala suerte de tener que leer la tesina de José Luis Rodríguez Zapatero, y además decidió calificarla con un sobresaliente, y todo ello décadas antes de que Zapatero fuese Presidente del Gobierno, cosa que demuestra un espíritu magnánimo, indulgente y conciliador, poco amigo de las servidumbres clientelares. Como vemos, Sosa Wagner es una eminencia y un verdadero héroe cívico.

Otro candidato que podría haber dado el tipo era Cañete, hombre aparentemente campechano y tripero que sin embargo conoce la UE al dedillo; pero Cañete ha sido achicharrado por la corrección política y ha tenido que cargar además con la mochila de los famosos recortes, cosas que le han hecho obtener un resultado paupérrimo que entra dentro de la lógica electoral (no hay más que ver el descalabro de los partidos que gobiernan en toda Europa).

El hecho que todo el mundo comenta es que en estas elecciones ha irrumpido un candidato novísimo, llamado Pablo Iglesias, cabeza de un partido televisivo e indignado llamado Podemos. El señor Iglesias habla con una fluidez impresionante y su lenguaje está lleno de silogismos indiscutibles. Además, este candidato se llama como el histórico fundador del PSOE. Don Pío Baroja acudió a principios del siglo XX a un mitin del primer Pablo Iglesias y escribió que el señor Iglesias hablaba con un fanatismo frío y mecánico, enseñando un poco los dientes, como un lobo. El nuevo Iglesias no enseña los dientes pero mantiene un discurso de cemento armado y lo pronuncia a toda máquina, como una apisonadora. Además, Iglesias encabeza un partido que tiene un programa muy curioso porque este programa tiene cuarenta páginas y no hay ni una sola línea del mismo que pueda cumplirse. Todas las iniciativas que propugna Podemos no tienen posibilidades de llevarse a cabo sin toparse de frente con el ordenamiento europeo, las instituciones consolidadas, los usos y costumbres de España, los mecanismos del capitalismo funcional o la lógica de las cosas de la vida. Esto es normal en partidos disparatados y sin votos, pero es la primera vez que lo vemos en un partido que ha conseguido un millón larguísimo de apoyos populares. No sabemos si Podemos llegará algún día a gobernar en algún sitio, pero existe una curiosidad general en el público por saber cómo puede adaptarse tanta ensoñación al devenir cotidiano de las instituciones.

Se dice que el gran perjudicado de estas elecciones ha sido el PSOE, aunque yo tengo mis dudas y creo que el PSOE ha obtenido un resultado muy positivo. Nosotros pensamos que hay un problema gravísimo en este partido y ese problema no está en sus candidatos, sino que es un problema de esencia, y el problema es el siguiente: en estos momentos no hay ningún motivo conocido para votar al PSOE. Un votante de derechas votará al PP o a otros, pero un votante corriente de izquierdas no debería votar al PSOE, que es un partido que no sólo representa inmejorablemente al establishment bipartidista y corrupto sino que además ha sido padre y corresponsable de la congelación de las pensiones, de los recortes del sueldo a los funcionarios y de la llamada austeridad inducida: recordemos que el marzo de 2010 Zapatero recibe la llamada de Merkel y de Obama y se pone a recortar como un loco. Por tanto, sabemos que el votante de derechas no votará al PSOE y creemos que el votante de izquierdas tiene ahora a su disposición un catálogo de partidos muy prometedores con un mayor o menor grado de demagogia soñadora.

En consecuencia, creemos que los tres millones de votos obtenidos por el PSOE son puramente milagrosos y demuestran la fuerza insólita que este partido tiene todavía. Ahora bien: también pensamos que este partido tiende a la autocombustión. El PSOE podría tener un resurgimiento cuando se vea que Podemos llega a gobernar y, contra lo que dice su nombre, choque con la realidad y no pueda. El PSOE debe mantener como sea sus estructuras y cuadros de cara a ese momento, para recoger al votante de izquierdas más o menos posibilista. Pero el PSOE ha sido siempre una organización de poder, y sin tener el poder quizá no aguante. Sus nuevos dirigentes deben inventarse algún incentivo interno que evite la desbandada de la infantería, cosa muy difícil.

El señor Rubalcaba, que es listísimo, ha visto todo esto y se larga con viento fresco.  El papelón lo tienen los que vengan dentrás.

3 comentarios en “El deshielo del PSOE

      1. Pues sí. Cada día me convence más el medio blog como fuente de información frente a la televisión (que ya prácticamente no veo).
        Un saludo. Es de agradecer este mundo de los blogs, donde publicamos, por así decirlo, por «amor al arte».

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