Se rumorea por ahí que el presidente del BBVA, Francisco González, ha decidido teñirse el pelo. Hay que decir que la cosa es difícil de detectar debido a que el pelo de este señor es más bien escaso, pero si uno echa un vistazo a las fotos antiguas y las compara con esta otra foto de ayer verá que hay un presunto oscurecimiento del cabello que el conocido banquero tiene en los costados de la cabeza (dado que por arriba ya no le queda pelo). Como se sabe, la percepción social del pelo teñido varía en función de que uno sea mujer u hombre. Los usos y costumbres dictan de forma tajante y un tanto arbitraria que una mujer no debe tener el pelo gris si no quiere ser tenida por una anciana decrépita o una loca peligrosa, y en cambio un hombre puede pasearse por ahí con las canas sin disimular, e incluso se dan casos de hombres a los que las canas les dan un aire maduro y distinguido. En este asunto, estamos ante una muestra más de la discriminación estética que sufren las mujeres, y que en términos generales va desde los tacones hasta el maquillaje pasando por muchos otros procedimientos demenciales a los que las mujeres se someten cotidianamente.
Aún así, y pese a esta ventaja injusta, hay hombres que se tiñen el pelo. Generalmente, y debido tal vez a la tradición secular, las mujeres se tiñen con mucha más destreza y profesionalidad, y los resultados son perfectos: en cambio, vemos a diario hombres con el pelo abetunado de la manera más obvia y grosera, y el aspecto que presentan estos hombres es ridículo, dicho sea desde el respeto más escrupuloso a los gustos de cada cual. No sabemos por qué los hombres se tiñen tan chapuceramente, pero es una realidad.
En todo caso, lo corriente es que un hombre se tiña poco a poco y desde el momento en el que van apareciendo las canas, de cara a que la transición entre pelo original y pelo teñido sea imperceptible. En el caso de don Francisco González, lo que parece es que hace no demasiado tiempo este señor decidió teñirse el pelo y allá que fue con todo el equipo. La situación es difícil de concretar porque repetimos que el banquero no tiene una melena frondosa, pero en todo caso parece que estamos ante un teñido súbito, cosa a la que no vemos mucho sentido, y mucho menos en el caso de este directivo. Francisco González es un reputado ejecutivo con un talento indudable para la gestión bancaria; Francisco González ha llevado al BBVA a lo más alto del ranking de entidades financieras de todo el mundo; es un hombre poderoso, respetado y trabajador; un líder en su negociado. No hay que indagar mucho para ver que don Francisco tiene 69 años, y nosotros dudamos de que sus circunstancias vitales puedan depender de parecer o no más joven, y tenemos muchas más dudas todavía de que ese presunto teñido reciente de su cabello lateral consiga que este señor tenga un aspecto más juvenil. Por eso no entendemos los motivos del teñido repentino de sus cuatro pelos. La necesidad del teñido masculino es generalmente muy discutible, pero en el caso del señor González, un triunfador evidente, la cosa no tiene explicación posible. Y mucho menos que el teñido haya sido tan fulminante.
El cerebro humano tiene sus recovecos y sus conductos, y en ellos a veces se producen pequeñas obstrucciones.